Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

martes, 10 de septiembre de 2013

Palabras.


Y una vez más me decepciono, la decepciono, los decepciono. Frustración y miedo, los temores y las lágrimas se aglomeran en mi pecho. Siento como ella se aleja, sé que quiere que la confíe mis miedos, quiere apoyarme… Confío en ella más que en mi misma, si alguna de las dos está destinada a brillar es ella. No temo que mis secretos sean revelados, pero no puedo contárselos. Ella tiene sus miedos, sus secretos… demasiado peso para esos hombros tan delicados que no necesitan que yo aumento su carga. Sonrío y ella sonríe, ninguna de ellas es verdadera sin embargo no hacen falta las palabras, nuestros ojos lo dicen todo; café y selva.

Las palabras fluyen sobre el papel y liberan poco a poco la presión que ahoga mi alma, más cuando estas son necesarias, cuando necesito que surjan con la misma fluidez y elegancia como hacen aquí, parecen quedarse atrapadas en el oscuro abismo de mi garganta.

Ella sabe jugar con ellas dentro y fuera del papel, a mí se me resisten, me torturan hasta hacerme perder la poca cordura que me queda.

¿Duelen más las lágrimas de desamor o de frustración? Palabras nunca pronunciadas, jamás escapadas de mis labios, seguirán formando nudos en mi garganta hasta silenciar mi voz.

Ojeras, nudos de garganta y lágrimas no derramadas. Palabras hechas a mi medida, consiguen hacerme sonreír aunque sea solo un poquito.

¿Dejaran mis miedos de existir algún día? Paranoias de juventud, ansiedades de lunáticas, temores de enamorada. Mis problemas son la nada. El mundo empeora, la gente muere, llora, no duerme; problemas sin solución, personas con gran corazón atormentadas en la oscuridad. Son personas como ella las que necesitan ser salvadas en la oscuridad.

¿He perdido su confianza? Se siente traicionada, infravalorizada. ¿Más cómo no hacerlo? ¿Cómo quitarle esa idea de la cabeza? No es ella, soy yo. ¡Qué confuso es todo! 

Palabras sin valor que se perderán en el cuaderno azul o que acabarán donde han acabado todos mis sueños, en el fondo de la papelera, en espera de ser rescatados. 
¿Vendrás a por ellos?


                                ¿Y a por mí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario