Escribo y vivo por amor,
más ni siquiera sé deletrearlo. Es su aroma tan dulce y embriagador que anula
mis sentidos, son sus susurros tan tiernos que ya no sangro ni padezco. Las
palabras parecen fluir con armonía, rima y ritmo. Pero no os confundáis yo no
soy poetisa, ni pretendo serlo (demasiado Tristeza en sus venas) solo escribo a
la Soledad y al Silencio para que vean que no me han vencido.
Suspiros entrecortados,
fuego ardiendo, corriendo por mis venas… necesitado de tus besos y caricias
para ser sofocado. Latidos impertinentes
e inmutables me llenan cuando tú no estás.
Delineo mis labios con hielo,
ni siquiera así el éxtasis me abandona… son exquisitos y saben que los estoy
engañando, que no son tus labios. Empero
tendrán que conformarse.
Un hormigueo recorre mi
vientre, exhalo profundamente todo el aire que llevo un rato aguantando… esa
tortuosa vibración va a acabar conmigo. Necesito refrescarme.
Mis ojos brillan, la
pasión se ha apoderado de ellos. Esmeraldas ardiendo en ascuas resquebrajando la armadura de hielo que
recubre mi corazón.
Éxtasis.
Boca húmeda mordida,
deleitándose con palabras en busca de tu compañía.
Siénteme, deléitate con
las vistas, mira a través de mis orbes y dime si no ves lo que quiero, búscame
entre tus sábanas y aspira mi perfume. Soy tuya… y tú eres mío.
Juega conmigo, tómame…
haz que nuestros alientos choquen. Elévame como el ángel que soy y seré eterna.
Pasión y desenfreno.
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