Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

martes, 24 de septiembre de 2013

Necesidad.


Me revuelvo por dentro, arcadas y mareos, dolor de cabeza y de nuevo esa sensación de volver a hacerlo. Después de cada comida… subir las escaleras, cerrar la puerta del baño, echar el pestillo y dejarme llevar. 

No levantar sospechas, con cautela limpiar el cepillo de dientes como si fuese atacarme en cualquier instante.
La garganta reseca sobre la taza del inodoro y los gemidos incontrolados,  la presión te puede chica. Esa sensación indescriptible cuando sientes el vacío en ti, cuando tu alma se escapa por tu boca y caes sobre las frías baldosas recuperando el aliento.

No lo echo de menos pero a veces siento la imperiosa necesidad de volver a sentir ese tipo de vacío (como si fuese menos doloroso del que siento ahora) y continuar concluyendo que la vida es una mierda y a nadie le importas nada.

Y las veo tan esbeltas en sus pitillos, con todos los ojos sobre ellas y…duele. Saber que jamás seré así, que no formaré parte del canon de belleza de esta hipócrita sociedad como no lo he hecho nunca, en nada. Esta no es mi sociedad, mi vida… mi realidad.

El agobio y la ansiedad me colapsan nada más traspasar las puertas del Infierno, saber que nunca seré suficiente, que sus miradas te analicen… te hace cuestionarte si realmente lo estás haciendo bien o si solo estás sobreviviendo como puedes día a día. Si quizás el pasado era la realidad a la que pertenecías pero te has ofuscado en no seguir en ella.

Equivocándote, sin remedio ni vuelta atrás.



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