Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

domingo, 27 de octubre de 2013

Voces.


Las voces vuelven a traspasar las paredes y yo intento acallarlas con calor y armonías. Pero es inútil si la Soledad me abraza en tu lugar, si la Angustia es quien me habla a través de la pantalla… Si es la Vida la que se me escapa como un suspiro.

Las cicatrices aún marcadas ninguna se ha decidido a curar, quizás no sepan sanar, quizás no hayan aprendido a olvidar. Sin embargo el corazón continúa latiendo, sangre sucia corriendo, intentando huir de la Realidad.

Una Sombra asustada de la Luz, sus ojos no están acostumbrados y sin embargo quiere alcanzarla, hacerla suya, poseerla… unirla a su alma.

¿Podrá?


Luchando contra sí misma, una batalla perdida, humo entre tinieblas. Inexistente.

lunes, 21 de octubre de 2013

Una Pizca de Luz.


Un cuaderno sucio, roto, desvencijado. Repleto de palabras, dibujos, tachones…Intentos de Arte fracasados.

Me hallo robándole al Tiempo unos minutos para escribir, para descargar el cúmulo de sensaciones impregnadas durante esta semana.

Sin embargo sé que no servirá para nada, que todo seguirá igual. Mi tiempo acabará o mis ganar de narrar…no hay gran diferencia.

Podré expresar mi rabia, mis preocupaciones o recelos pero estos no se irán por más que los escriba. Ya que de nada sirve escribir sin luchar por el mañana.

De nada sirve transportarnos a mundos lejanos e imaginarios sino sabemos afrontar la realidad.

Esto es lo que es, y no hay manera de cambiarlo, luchemos por sobrevivir, busquemos pedacitos de luz allá donde vayamos…

Puede que nos estén esperando.


Algún día aprenderemos a vivir con la Realidad, algún día seremos felices en ella. Tendremos un frasco lleno de Luz y cuando el día se torne Oscuro tomaremos un pizquita y nos rociaremos con ellos.


Y entonces… Volaremos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Petit Rossignol.


Érase una vez un pajarito, de colores cálidos y desordenadas plumas. Nació con la primera nevada del año. Sus ojos achocolatados eran vivos y soñadores, repletos de Ilusión.

El pequeño ruiseñor aprendió a volar, volaba alto y batía sus alas con esmero y coraje, quería tocar el Sol. Pero estaba lejos, muy lejos y se cansó, quiso volver a casa pero el pobre pajarito no sabía dónde estaba.

Estaba triste y tenía sueño, quería a su Mamá. El pajarito se acercó a una casa, oía niños cantar, ¡al igual que él cantaba por las mañanas!

Los niños le vieron posarse en una rama, justo al lado de la ventana. ¡Qué bonito se veía con sus plumas otoñales y su pico dorado!

El pajarito cansado se hizo un pequeño ovillo y se echó a dormir.

No supo ni cuándo ni cómo, se encontró enjaulado, ¡pobrecito mío! Se puso a llorar y a revoletear sin parar. El chiquitín no comía ni reía, no entendía que hacia ahí… ¡Él solo quería volar y cantar, y a su familia encontrar!

La pequeña de la casa con lágrimas en los ojos le vio sollozar. La linda muchacha le decidió soltar…

¡Vuela alto pajarito, vuela alto y se feliz!”

Tras largos días de viaje, al fin llegó a su hogar. ¡Por fin vería a Papá y a Mamá!

Pero allí no había nadie, no le habían esperado…

El pajarito estaba triste, no sabía que hacer…No tenía a nadie, ya nadie le quería.

Sus alas le fallaban y sus plumas se caían, le dolía el alma, aún más que la caída.
Yacía en el suelo tendido, herido y sin auxilio. Sus ojitos no brillaban.

Pero el chiquitín no se rindió, y se levantó, limpió sus plumas y entonó su canción.

Quizás no tenga corazón, o esté inundado de Dolor. Pero el valor pinta sus plumas y revolotea en su interior.


Existe un hermoso pajarito que vaga por tu alrededor, en busca de la Vida, en busca del Amor. Puedes darle de comer o proporcionarle cobijo, pero ni le ates ni le asustes. Él es libre y veloz, es un dulce ruiseñor, que vuela y vuela sin cesar. Buscando tocar el Sol.


lunes, 14 de octubre de 2013

Rosas.


Ya marchitas yacen en el suelo, la vida ha abandonado sus pétalos y los ha teñido de un ámbar adormecido y sosegado.

Crujen si las  pisas y se deshacen entre tus dedos si las estrujas; son rosas.

Delicias de la Belleza y Utopías de la Realidad. De diversos colores y sentimientos han llenado nuestra primavera, y ahora se marchan con la llegada del otoño y las lágrimas de tus ojos.

Rosas.

Primorosas y hermosas, como aquellas muchachas que ríen en la sombra, delicadas y sutiles como su mirada celestial… para él.

Ella solo quiere una rosa que ilumine su vida, que adorne su cabello e ilumina su alma. Sol desea una espina clavada en su piel, que la sangre brote y la risa aflore.

Ella solo quiere una rosa roja, manchada de Falsas Esperanzas y Desilusión, que la envuelva en el aroma de la Soledad.


Une rose pour son coeur.

      Une rose rouge de la Morte.

sábado, 12 de octubre de 2013

Sociedad la llaman.


La perfección es aquello a lo que todos aspiramos (de una manera u otra) y nunca alcanzamos.
Vivimos en una sociedad en la que se nos bombardea constantemente con rostros hermosos y cuerpos esculturales, se nos dice que solo seremos felices si imitamos ese comportamiento, si tenemos unas medidas perfectas y unas largas piernas, con eso tendremos el éxito garantizado, así podremos embaucar al primer hombre que pase con la cartera llena o al primero que tenga más músculos en sus brazos que en el resto de su cuerpo.

Además de tener un aspecto físico digno de una película de Hollywood se nos reclama al mismo tiempo ser hábiles, espontáneos, alegres y carismáticos, con una sonrisa siempre en nuestros rostros. Así mismo, hemos de destacar sobre los demás, todos sobre todos, hemos de ser los mejores. Porque nadie quiere a una persona mediocre, porque cuando vayas a trabajar nadie querrá al segundo de la clase, a una persona corriente, sin títulos ni acreditaciones.

En resumidas cuentas, nuestra sociedad establece que:

Mente brillante+ cuerpo perfecto+ personalidad encantadora = Perfección

Y es tan sumamente imposible alcanzar, que muchos de nosotros, de esos “mediocres” nos frustramos, porque  por más que lo intentemos jamás lo conseguiremos.

Ya que para su logro se tienen en cuenta factores hereditarios, factores que no podemos alterar en su totalidad, sino modificar parcialmente.

Comencemos con el concepto “mente brillante”. Bien es cierto que para adquirir esa brillantez que te haga destacar sobre los demás deben existir unos hábitos adquiridos desde la niñez como leer antes de ir a dormir, estudiar diariamente, visitar museos… además de que los progenitores fomenten las habilidades del niño y conformen un entorno agradable donde pueda desarrollarse.
Empero existe un componente genético que ejerce como agente principal. Existen (y existirán) casos en los que niños “marginales” han alcanzado grandes logros sin contar con un entorno adecuado, y niños que habitaban en el entorno idóneo para “desarrollarse” y no tenían habilidad alguna.

Respecto al segundo término de nuestra ecuación, “cuerpo perfecto” podría llevar a cabo un análisis similar. Numerosos estudios han confirmado que la alimentación y el entorno del niño condicionan su constitución física. Es de todos sabido que una mala alimentación y el sedentarismo conllevan a padecer obesidad. Analicemos un momento esto, padecer de obesidad es dañino para nuestro organismo (diabetes, colesterol, enfermedades cardiovasculares…) pero aunque esto es preocupante y debemos tener cuidado con nuestra salud… ¿qué sucede con nuestra salud psíquica?

Y no me refiero solamente a esas personas que padecen de obesidad como consecuencia de su genotipo, sino a todas aquellas personas (entre las que me incluyo) que no entran en el estereotipo marcado por la sociedad, que no entran en los pitillos de la talla 36, que tienen caderas anchas y piernas consistentes, pero no por ello están “gordas” ni no son hermosas.

Pero están constantemente machacadas, ¿cómo van a quererse cuando las dicen que para ser amadas han de ser delgadas?, ¿qué no obtendrán nada en su vida si no tienen una 90-60-90?, ¿cómo no van a deprimirse si cuando salen a la calle solo ven clones anoréxicos embutados en leggings?

No os preocupéis la sociedad tiene una solución para todas nosotras, ya que no podemos tener esos cuerpos esculturales al menos tendremos sus mismas ropas para esconder nuestras “lorzas” y no ser señaladas por ser distintas.

Sin embrago, si esta solución no es suficiente la sociedad nos ofrece otra (s), una(s) que ha conllevado a muchos suicidios y traumas de por vida; la anorexia y la bulimia. Son temas muy delicados que merecen mucho respeto. 

Desgraciadamente cada día es más habitual y lo consideramos como algo normal.

¿Qué ejemplo les estamos dando a las nuevas generaciones?, ¿en qué nos estamos convirtiendo? , ¿Dónde están las mujeres de verdad?

Y con esta pregunta retórica me percato de que me he olvidado de mencionar a los hombres, esos seres a los que debemos “atraer” con nuestros encantos y atractivos. Pensemos por un momento en ellos… La sociedad también les ataca, han de ser altos, esbeltos, musculosos, con facciones marcadas y voz sensual capaz de encandilar a una mujer. Si no se dispone podrá valerle tener la cartera repleta de billetes. Esto nos deja a las mujeres como unas furcias que solo se preocupan por el físico y/o el dinero. ¿Es eso lo qué somos?, ¿es eso lo que vemos en los hombres?

Por último, “personalidad encantadora”, en mi opinión el más modificable de los términos que conforman nuestra ecuación y al mismo tiempo el más subjetivo de ellos. Nuestro carácter no es modificable, pero podemos ocultarlo, maquillarlo…  con una personalidad abierta, carismática… encantadora en líneas generales. Porque es importante caerle bien a los demás, es importante tener miles de seguidores en Twitter que admiren tus fotos, es importante que te acepten ya que no sirve de nada ser bell@ si los demás no te tienen envidia y no te permiten formar parte de su círculo, y no puedes “desarrollarte”.

Pero con todo esto dicho, yo me pregunto… ¿quién decide quién es encantador y genial, y quién es un bicho raro inadaptado? ¿Cómo podemos clasificarnos y marginarnos entre nosotros?

La sociedad es la culpable.

Yo me pregunto que si la sociedad es el conjunto de personas, ciudadanos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida; ¿no seríamos todos culpables?, ¿no seríamos todos nosotros nuestros propios torturadores?

Permitimos que nos manipulen, que nos engañen, mientan… que nos hagan daño. Porque nosotros también lo hacemos, nos hemos reído de alguien, burlado sobre su aspecto, su acento… qué sé yo.

Nadie está impune, unos son más incursos que otros, pero entre todos hemos conformado la actual y vigente sociedad, cruel y traicionera. Todos tenemos algo de culpa y ahora estamos pagando las consecuencias.

Es hora de pulsar el botón de reseteo y volver a empezar.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Ojos Azules.


Y esa dulce niña de ojos azules, despiertos y soñadores te sonríe solo a ti, porque te conoce, porque cree que estás deparada a hacer grandes cosas. Te anima a perseguir tus sueños, sus sueños. Te mira desde la lejanía, pidiendo auxilio, reclamándote para que vayas a ayudarla… Pobre ilusa, no sabe que tú le has tendido la trampa, que eres la culpable de hacerla mantener el equilibrio sobre la cuerda floja.

Ella no conoce los Demonios, es demasiado joven, una chiquilla que se sonroja ante el roce ajeno y el flash de la cámara. Sus ojos se han tornado oscuros, como la tierra mojada tras una fatídica tormenta. Pero su sonrisa sigue intacta, es algo que nada ni nadie puede arrebatarle, ni siquiera el Futuro, porque cuando sonríe de verdad la niña de ojos azules vuelve a cobrar vida.

Corcheas sobre su pecho y teclas entre sus dedos, maillot ceñido y cabello al viento, los recogidos nunca fueron lo suyo. Otra costumbre que mantiene ante la Fría y Cruel Sociedad. Vestigios de la Infancia.

¿Estará orgullosa de lo que se ha convertido? ¿O se arrepentirá de no haber sabido elegir?

Me giro y la veo, tan cándida e inocente como la recordaba, ¿dónde ha quedado el Mar de sus ojos? Ahora son simple Selva…

Se sienta sobre mi regazo y se acurruca en mi pecho, ha encontrado su lugar.

Una última mirada antes de comenzar a construir el Futuro juntas.


Yo soy ella, ella es yo. La Dulzura convertida en Dolor.

sábado, 5 de octubre de 2013

Las sonrisas vivas.


Las sonrisas fingidas y los “estoy bien” cuando estás a punto de derrumbarte. Las tardes de estudio en las que tu mente es colapsada para no pensar, para no tener tiempo a analizar que es lo que va mal e intentarlo cambiar. 

Los intentos de superarte cada día más y sonreír hasta desfallecer, chica debiste ser actriz….

Y no puedes permitirte el lujo de ser sincera porque a nadie le importa lo que sientes, lo que eres… están acostumbrados a lo que ven. A una chica siempre dispuesta a ayudar, a sacar una sonrisa a los demás, una muchacha alegre y dispuesta a afrontar lo que sea. Madura y responsable. Adicta al trabajo y sensata.

Y sin embargo aunque seas ese modelo a seguir del que tanto se enorgullecen sabes que no lo estás haciendo bien. No, algo falla.

Si esas ganas de llorar siguen ahí, si sigues auto-lastimándote para sentir Vida, si continúas escaqueándote de la comida todas las veces que te es posible…. Significa que nada ha cambiado.

Pero ellos no pueden saberlo, tienes que seguir hacia delante sea como sea, aunque te rompas, aunque te entierre el camino en el intento. Es tu deber.

Continuar con la sonrisa y sacar ganas de vivir de donde sea, cuidarla y protegerla hasta el fin de tus días. 

Poner la coraza a tu corazón y la máscara a tu rostro.


No soy una muñeca de porcelana, lloro y me rompo, sin importar las consecuencias. Solo soy un conjunto de trozos mal pegados que no encajan entre sí y que nadie puede arreglar.

martes, 1 de octubre de 2013

Precipicio.


Luz en la oscuridad. Los últimos fulgores antes de que anochezca despiden el día. Uno más entre tantos. Sin nada nuevo, un acorde más en una canción triste.

El viento zarandea las ramas, las hojas… del desvencijado níspero. Sus frutos yacen sobre el suelo, desechos, pasados… rotos sin más. Con frío desde la ventana suspira en busca de algo con lo que taparse, las lágrimas convulsionan su cuerpo. 

Se siente tan pequeña, tan inerte, sin fuerzas… ni siquiera las ganas de escribir; esas que recorren sus venas por mucho que intente controlarlas, se han quedado con ella.

 Hundida cuando no hay nada que le haga querer seguir hacia delante y no sabe cómo detener esa Angustia que cada día la invade más y más.

Jugando cerca del precipicio, con su límite que es frágil e invisible sabe que algo no acabará bien.

Pero no le importa porque el dolor sigue inmerso en ella, reflejándose sobre su piel junto a la luz del sol. 

Entre tus lunares y cicatrices de guerra.


Mantén el equilibrio y no te caigas. Nadie querrá arreglar a un desperdicio como tú.