Las voces vuelven a traspasar las paredes y yo intento
acallarlas con calor y armonías. Pero es inútil si la Soledad me abraza en tu
lugar, si la Angustia es quien me habla a través de la pantalla… Si es la Vida
la que se me escapa como un suspiro.
Las cicatrices aún marcadas ninguna se ha decidido a
curar, quizás no sepan sanar, quizás no hayan aprendido a olvidar. Sin embargo
el corazón continúa latiendo, sangre sucia corriendo, intentando huir de la
Realidad.
Una Sombra asustada de la Luz, sus ojos no están
acostumbrados y sin embargo quiere alcanzarla, hacerla suya, poseerla… unirla a
su alma.
¿Podrá?
Luchando contra sí misma, una batalla perdida, humo entre
tinieblas. Inexistente.
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