Ya marchitas yacen en el suelo, la vida ha abandonado sus
pétalos y los ha teñido de un ámbar adormecido y sosegado.
Crujen si las
pisas y se deshacen entre tus dedos si las estrujas; son rosas.
Delicias de la Belleza y Utopías de la Realidad. De
diversos colores y sentimientos han llenado nuestra primavera, y ahora se
marchan con la llegada del otoño y las lágrimas de tus ojos.
Rosas.
Primorosas y hermosas, como aquellas muchachas que ríen
en la sombra, delicadas y sutiles como su mirada celestial… para él.
Ella solo quiere una rosa que ilumine su vida, que adorne
su cabello e ilumina su alma. Sol desea una espina clavada en su piel, que la
sangre brote y la risa aflore.
Ella solo quiere una rosa roja, manchada de Falsas
Esperanzas y Desilusión, que la envuelva en el aroma de la Soledad.
Une rose pour son
coeur.
Une rose rouge de la Morte.
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