Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

lunes, 26 de agosto de 2013

Insomnio.


La Oscuridad amenaza mi cordura, destruye la poca salud que me queda  y se aloja bajo mis párpados.

Me vuelvo arisca, distante, recelosa… con aquellos que me quieren, y lo siento, pero no puedo evitarlo, está acabando conmigo.

Miro mi cama y tengo miedo, a la noche, al silencio… a las voces de mi cabeza que no me permiten descansar. Si alguna me ayudase, si alguna me dijese que todo irá bien, que algún día se acabarán, mis miedos, mis presiones, mis ganas de llorar que nunca llegan a nada. Si todo acabase  y mis ojeras se marchasen, quizás tendría ganas de vivir.

Ponte tu máscara preciosa, y sonríe.

Sin embargo, en cuanto aflojas la cuerda, en cuanto parece que vas a deshacerte de ella…  a pedir un poco de ayuda para mejorar la situación, niegan con la cabeza y rehúsan de ti.

“Demasiado joven, demasiado perfeccionista y exigente contigo misma.”

Y yo me pregunto, ¿cómo pretendéis  que confíe en vosotros, si cuando necesito de vuestra atención, de vuestro auxilio no me lo prestáis?

Rabia contenida eso es todo lo que plasmo sobre este papel inerte, para después sonreír y hacer como si nada hubiese pasado, levantarme por la mañana, sonreír y esperar la llegada de la noche, una vez más.

Con las ganas de escribir agotadas, intentando rellenar un hueco de mi corazón.
Sin temples de continuar narrando mi historia, mis sentimientos, mis iras y frustraciones… De contestar a todas las preguntas que se agrupan en mi mente.

Cansada, intentando centrarme en el presente para no perder mi futuro, solo necesito conciliar el sueño. Que me protejas de mis pesadillas, de mis demonios… sentirme protegida entre tus brazos, con tu aroma en mis cabellos  y mi cabeza sobre tu pecho… quizás con eso sea suficiente.


Quizás con ello desaparezcas de una vez no-querido insomnio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario