Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Lutte.



Hoy hacia calor.
 Si mirabas por la ventana de clase veías muchachas con shorts y tirantes. Mis compañeros iban con sudadera, algo que cualquier otro día yo hubiese criticado. Pero hoy no. 
Yo hoy tenía frío, mucho frío. Llevaba vaqueros y una chaqueta, pero aun así mi cuerpo tiritaba, y mis brazos parecían haberse congelado.

Las lágrimas se agolpaban en mis pupilas, yo intentaba controlarlas, juro que lo intentaba…y lo conseguí. Mi garganta estaba seca; debí haber salido a refrescarme, más no quería perderme la explicación del profesor. Así que aguanté el chaparrón como suele decirse.

Sabía que ella me observaba, contemplaba como me restregaba fuertemente los brazos con la intención de otorgarme  calor, pero no le di importancia. No quería mirarla, no podía mirarla.

Me sentía sola, destruida, acorralada. Harta de ella, de todo, de mí…

Simplemente quería marcharme de aquel lugar, tomar el primer tren y alejarme para siempre.
No la quería a ella, no le quería a él…no quería a nadie. Y sigo sin quererlos.

Pero mantengo la cabeza en alto y el orgullo sobrevolando mi sombra, porque aunque esté destrozada, porque aunque no pueda con nada. Yo sigo estando aquí y… seré fuerte. Porque no me rindo. Porque esta es mi vida, y no te quiero en ella.


Así que, vete y olvídame.

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