Rêves de Papier et Cauchemars d'Acier.

sábado, 10 de mayo de 2014

PETITE BRUNETTE



Leyendo algún artículo de un periódico vespertino o quizás una reseña cinematográfica de alguna revista anticuada de la sala de espera del dentista, encontró otra parte de su alma.

Conocía esa sensación en el pecho, de como si le atravesase una flecha para quedarse clavada en su diafragma. No era la primera vez que le ocurría, recordaba como en una de las tediosas clases de filosofía el profesor susurró la palabra ataraxia. Ella, intrigada volvió a casa con el afán de descubrir que bellos secretos escondía tras de sí.

Desde entonces todo ha cambiado. Y parece ser que hoy volverá a ocurrir lo mismo, es posible que no tengan un significado recóndito, al fin y al cabo, petite brunette no deja de ser una muchacha pequeña y morena. Pero no le importaba.
Porque ella era eso, una chica bajita con el cabello oscuro. Y se sentía orgullosa de serlo. No necesitaba ser grande blonde o grande pelirroux, para alcanzar sus sueños. No necesitaba de un metro ochenta para encontrar a su “príncipe azul” ni de un cabello rubio, liso y sedoso para defender como una fiera sus convenciones.

Era una petite brunette luchadora, orgullosa, altiva, segura de sí misma, dispuesta a comerse el mundo a grandes bocados.

Búscala entre el gentío, porque suelen pasar desapercibidas, lucha por hacer sonreír a sus ojos y arráncale los demonios del corazón…

                            Mi amor.

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